Por: Javier Barrera Lugo
Los amigos son hermanos que la vida nos permite escoger. Claro está, que, gracias al cosmos, mis hermanos carnales, los Barrera Lugo, también son mis amigos del alma, pero hoy, pico en punta para realizar un ejercicio de preguntas y respuestas con un amigo del alma que da la casualidad, también, es un excelente periodista y escritor bogotano.
Fernando Vanegas Moreno, “Vanegas”, para los ex alumnos del COLSES, “Pacho”, para sus vecinos de Suba y “Cajicá”; “Gump”, por un tema de apoyo cósmico para mí, es ante todo un “gocetas” que se toma en serio lo que en verdad es importante: Marisol, la “mona” , su esposa; sus viejos, los sobrinos, el deporte, que hace una década llamó a su puerta para quedarse, y como es obvio, el amor por la verdad, el ejercicio del periodismo responsable como insumo de las ciencias sociales y la literatura sin falsedades como herramienta para no desfallecer.
Para este número 5 de la Revista Escritores Rebeldes, quise pasarme por la faja, por una vez, los códigos de ejercicio del “journalista” y entrevistar al amigo escritor, al amigo periodista, a la persona profesional que comparte con nosotros el embrujo fascinante de las letras y sus eternos juegos celestiales.
Sin más preámbulos, los dejo con Fernando, a quien le agradezco el apoyo a esta comunidad incipiente:
(E.R.) Fercho, es un placer y un reto entrevistar a los amigos. ¿Vale la pena afirmar que como no soy periodista titulado me puedo dar ese tipo de licencias, entrevistar a mis amigos?
(F.V.) La licencia la tiene cualquier persona que lleve dentro el amor por las letras…, uno de los problemas, de los grandes problemas del periodismo, es que se vuelve estático, ladrillo; no permite ir más allá de lo que la visión cercana permite. En «antología de grandes reportajes» del maestro Daniel Samper Pizano, hay un «Reportaje a la mamá «…, obra hermosa de Emilia Pardo Umaña, donde la maestra, sin pretensión alguna, exalta a su progenitora, sin permisos, sin tarjetas, sin derechos de autor…, la licencia más grande mi hermano es el vínculo y bueno, usted y yo, creo que lo formamos hace como 40 años…, la bohemia de nuestro barrio fue testigo de mil vainas, jajajaja y no necesitamos permiso.
(E.R.) ¿Es el periodismo un oficio? ¿Una vocación? ¿Una profesión? Ligo estas preguntas a la inmediatamente anterior, para saber si ciertos requisitos formales son prescindibles u obligatorios según su concepto.
(F.V.) Según el señor Carlos Gaviria Díaz (QEPD), en su ponencia aprobada de 1998, el periodismo es un oficio…, sin embargo, no todos pueden ser periodistas, ni siquiera los que cursaron la carrera…, ser periodista requiere de enjundia, huevos, dirían los viejos. Contrario a lo que la mayoría piensa, que comunicación es una carrera «costura» para reinas y niños bonitos, sin neuronas y vacíos, la realidad dista mucho de esas afirmaciones…, el periodista, el bueno, al que no le importa el estómago si no la verdad, el que toma como biblia los valores de la noticia (proximidad, veracidad y objetividad) el que trasnocha, lee, se prepara, ese es el imprescindible (las empresas periodísticas de hoy, no saben que es eso), por eso tanta consciencia estomacal, tanto payasito dirigiendo medios. El verdadero comunicador, no se hace, nace…, se pule y se entrega a la sociedad a la que sirve, sin colores, sin predilecciones, con ese escudo de la verdad por la verdad…, ya me extendí en carreta…, resumo: el periodismo es una vocación que necesita ser esculpida y mejorada a diario.
(E.R.) ¿Se considera más periodista que literato? ¿Más literato que periodista? ¿Otra opción?
(F.V.) Mierda, me corchó, nadie me había preguntado eso…, que decir…, creo que soy más periodista, sin embargo, y como lo anotaba arriba, la vida del periodismo me llevó a escribir más allá de lo netamente informativo y sin darme cuenta, resulté respirando cuento por todo lado, jajajaja, es inevitable, creo que el periodismo no puede existir sin la literatura y viceversa, son hermanas.
(E.R.) Fue editor general de la Revista “Literadura”, hace ya unos años. ¿Qué diferencias fundamentales encuentra entre la publicación física o digital, aparte del formato? ¿Los requerimientos de contenido son diferentes hoy?
(F.V.) «Literadura» fue una experiencia muy bonita, diría yo, ese puente invisible entre lo literario y lo informativo…, La maestra María Mercedes Carranza, directora en esos años de Casa de Poesía Silva, será siempre madrina de ese encuentro. En fin, me quedo con la publicación física, no porque sea mejor a la digital, o por que esté una por encima de la otra; los tiempos en que empezó mi correría por la escritura, eran los años del papel, del impreso, de la diagramación, del olor a tinta, de las pruebas de tiraje, etcétera…, puede decirme viejo sabroso y romántico si quiere, pero es una predilección personal, nada más, respeto mucho lo que se hace ahora, he colaborado con varias publicaciones de este tipo, y son muy, muy buenas, nada que hacer…, en cuanto a contenidos, siempre, ayer y hoy, será responsabilidad del editor…, si se quiere publicar basura, pues así será. Afortunadamente, en revistas y publicaciones del área cultural, la mayoría son muy juiciosos con eso.
(E.R.) Hoy está explorando un espacio vital para la promoción literaria, artística y cultural en general: las redes sociales. Cuéntenos acerca de su idea, de su buena idea: “De mí pa’mí”, que, si he de ser sincero, me parece una idea genial.
(F.V.) El lector y crítico más importante que puede tener algún escritor debe ser él mismo, el resto, son opiniones. Empecé hace varios lustros con cuentos largos, unos adoquines los hijueputas, luego, y por consideración a mí y a los tres gatos que leían mis vainas, cambié a algo que gustó y gusta, adornar mis recuerdos…, de una historia cualquiera, con el primer amor, la primer cerveza, las épocas de universidad, el trabajo, la vida, creaba un cuento y la manada de gatos creció, poco a poco fui dando un sentido a lo que el corazón dictaba…, en el 2018, por circunstancias personales y alguna frase asesina, decidí no volver a escribir, abandoné el proyecto de entonces (Idiota Inútil), y solo me dediqué a respirar. El 2023 trae un nuevo impulso y decidí volver, pero esta vez, con cuentos cortos. Es ahí donde nace «De mí pa’mí» (así, con apóstrofo), que no es más que una muy mal disimulada vanidad, es por decir algo, un título careta a una humildad que casi no existe, jajajaja. Decía, que el primer lector de cualquier obra es el propio autor, de ese puente para allá, lo que venga es ganancia.
(E.R.) El proyecto es espontáneo, creo que desde allí parte su éxito. ¿Lo quiere hacer un poco más robusto, o eso sería dañar su esencia?
(F.V.) “De mí pa’mí», quedará así, lo contrario sería, como usted dice arrancar lo sembrado, el tiempo dictará cause a ese arroyo. Si algo más denso explota en mi cabeza, buscaré el espacio para eso.
(E.R.) ¿Cuáles son sus planes con la literatura? ¿Algún libro en proceso? ¿Otro tipo de propuesta por presentar o aceptar? Cuéntenos por favor.
(F.V.) La verdad mi querido remedo de ahijado, he escrito tanta vaina, que sí, yo creo que saldría no uno si no dos, quizá tres libros, pero, y soy muy sincero, regalé varios escritos, perdí otros, refundí otro tanto y alguna noche de la desesperanza, quemé muchos más. Podría decir que material hay, lo que no sé es donde, bueno, eso y el factor económico…, dada mi pasión por el impreso, solo lo haría de esa forma y eso tiene sus costos. Además, no creo ser tan, tan bueno como para parir un libro, pero como en todo y como nada es estático, en el camino iremos mirando.
(E.R.) Fercho, coméntenos, por favor, acerca de quiénes sus referentes literarios.
(F.V.) No creo en el realismo mágico ni en mariposas amarillas, prefiero el «realismo trágico» ese que no inventa, el que es espejo de esta sociedad en que vivimos, reímos y lloramos, entonces, podría hablar de Jorge Franco, de Germán Castro, de Alfredo Molano, de Gabo como periodista, de Pedro Claver Téllez, y de una cantidad de maestros (ellos sí) que con sus obras golpean de frente y sin anestesia…, sé que muchos dirán, que no todos son literatos, casi ninguno, pero son para mí, algunos de los exponentes más serios de las mil facetas agrias y diarias del país del «sangrado corazón».
(E.R.) Quienes lo conocemos, veremos como justa esta pregunta: ¿Andrés Caicedo o García Márquez? ¿Germán Castro Caicedo o Yamit Amat?
(F.V.) Pues me conocen bien “pelaitos”, y obvio, Andrés y Germán…, y agúzate que te están velando…,
(E.R.) Recomiéndenos tres libros que no deberíamos dejar de leer.
(F.V.) ¿Solo tres? ¡No jodás! Me quiere hacer linchar definitivamente, pero bueno, me arriesgo…, Historia universal de la infamia de Borges, El extranjero de Camus y algo que llegó a mis manos hace un mes: Crónicas de la vida bandolera, de Claver Téllez.
(E.R.) ¿Algún día volverá al periodismo oficial, a los medios tradicionales?
(F.V.) Si me habla de periodismo cultural, tal vez, si hace referencia a medios tradicionales y aunque no se debe decir de esta agua no beberé, espero no, le rehúyo a eso…, en esos medios (?) se vende la consciencia por un plato de lentejas y eso va contra todo lo que creo debe ser el buen periodismo.
(E.R.) Por último, le pido envíe un saludo a los miembros de la comunidad Escritores Rebeldes.
(F.V.) A todos los participantes en este proyecto; editores, redactores, directores y obvio a los lectores, mi abrazo más grande, muchos éxitos en esta aventura y mi llamado a perseverar y a apoyar este tipo de iniciativas que enriquecen y allanan el camino para los que hasta ahora comienzan. Bendiciones y con todo, menos con miedo.
Fernando Vanegas Moreno. (1973) Periodista y escritor bogotano, egresado de la Universidad Los Libertadores. Su ejercicio profesional involucra a varios medios “formales” y muchísimos alternativos. Editor jefe da la Revista Literaria “Literadura”, editor jefe de “Idiota Inútil”, gestor cultural, maestro del arte de defensa israelí “Krav Maga”. Hoy trabaja una idea literaria a través de Instagram llamada “De mí pa’mí».
Javier Barrera Lugo, nació en Bogotá (Colombia). Editor General de Escritores Rebeldes. Siempre buscando el final de la línea del horizonte que forma la mar océana. Escribidor de oficio y corazón, admirador de los cronistas de indias que describieron a través de letras la fantasmagoría de un continente, que hasta hoy, es un complejo enigma. Editor del blog Idiota Inútil, autor de cuentos, poesía, ensayo que defiende la autenticidad y el silencio.