MAB – Museo a Cielo Abierto (Bogotá – Colombia)
Titulo – Familia
A.K.A: CETEO
Lugar: Carrera 10 – Centro
Técnica: Aerosol / Vinilo – Ilustración
ANTONIO, LAURA Y LOS VALORES
POR: AMPARO ÁLVAREZ, TOTY (COLOMBIA)
Está es la historia de dos niños. Uno llamado Antonio, de 9 años, era alto y delgado, con unos ojos marrones brillantes y de sonrisa contagiosa. Antonio era atento y muy cariñoso, amaba ayudar a su padre en la siembra y recolección de frutas y soñaba con ser un gran arquitecto algún día.
Su hermana Laura, de siete años, era de tez trigueña, ojos grandes y verdes, cabello largo, abundante y rizado. Amaba jugar con las flores y los animales de la granja y anhelaba con llegar a ser una gran veterinaria.
La granja era un lugar mágico, lleno de vida y color.
Había árboles frutales que daban sombra, y flores que perfumaban el aire. Un riachuelo corría por el borde de la propiedad, donde Antonio y Laura amaban jugar y explorar.
La casa era pequeña pero acogedora, con una huerta lleno de hierbas y verduras que su madre cultivaba con amor.
Con sus amorosos padres aprendieron con palabras y ejemplos, que todo ser vivo se debe preservar, que la vida era una sola y como tal es una obligación no exponerse a los peligros, de ellos se debe huir.
Que se debe estudiar para poder avanzar, que el conocimiento te hace libre y te ayuda a razonar.
Que todo en la vida tiene valor, que es muy importante que prime la educación.
Así, llegó el día en que debían asistir a una escuela cercana.
Cuando se abrieron las clases, ellos se dirigieron muy contentos para aprender a leer y escribir
El primer día de clase, no se sintieron muy bien, pues aunque su ropa estaba limpia, algunos compañeros de su salón se burlaron de ellos.
Al llegar la hora del descanso se dirigieron al patio de la escuela que era un lugar bullicioso, lleno de risas y gritos de los niños, donde el sol brillaba con fuerza y el olor a hierba fresca llenaba el aire.
Antonio y Laura, de merienda llevaron unas sabrosas naranjas, recién cosechadas en su granja, que despedían un aroma dulce y fresco.
Se sentaron en la tierra bajo un gran árbol y comenzaron a pelar sus jugosas naranjas mientras que varios niños tomaban jugos de caja, otros gaseosas. Cuatro niños se acercaron dónde se encontraban Antonio y Laura, tratando de humillarlos para que se sintieran mal. Comenzaron a decirles que debían ser muy pobres, pues ni merienda traían, que una naranja no era merienda para ninguno.
Ellos dos trataron de no prestar atención, pero las burlas y los comentarios de sus compañeros los hicieron sentir muy mal.
Antonio se sintió triste, como si un gran peso le oprimiera el corazón.
Quería llorar, pero no quería que su hermanita se asustara más. No entendía el por qué sus compañeros eran tan crueles con ellos.
La maestra llamada Carmen, que estaba atenta, llegó al lugar donde se encontraban, y con una sonrisa cálida les dio un abrazo.
-No están solos – les dijo. Yo estoy aquí para protegerlos y apoyarlos.
Mirando a los otros niños dijo:
-No permitiré que nadie los trate con crueldad en esta escuela, retírense por favor.
Al regresar al salón, la maestra les dijo que verían a partir de ese día un tema nuevo el cual era muy importante explicar.
Al ver lo que pasa aquí con estos compañeros, dijo la profesora,
-les voy a explicar muy bien, lo que tal vez no hayan visto en sus casas ni en ningún otro lado.
-En este mundo donde vivimos – continuó la maestra – a todos se nos está pasando por alto cosas esenciales para toda la humanidad.
-Entonces desde hoy veremos los valores, que es lo más importante para poder todos vivir con respeto, humildad y amor.
-Los valores son la brújula que nos hace conducir a vivir una vida plena con sentido e identidad.
-Comencemos hoy mis niños, con el valor que tiene la Paz, ese, debe ser el ideal de toda la sociedad, pues es la base de la armonía para que todos vivamos mejor.
-Todos somos iguales, no importa si tenemos mucho o poco, si nuestra piel es clara u oscura. Lo realmente importante es nuestro trato con los demás.
-No debemos crear conflictos, eso lo debemos evitar, lo que hicieron algunos compañeros con Antonio y Laura, estuvo ,uy mal hecho, estaban siendo muy groseros.
-Siempre debemos dialogar y si no se resuelve a otra persona le debemos comentar.
El valor de compartir, ese valor nos enseña que si tú compañero no tiene, tu con gusto lo puedes dividir y así todos pueden disfrutar, eso es el compartir .
-El valor de la igualdad, es otro muy importante, nos enseña que todos somos iguales, crecemos en la misma sociedad, así unos vivan con lujos, y otros en cambio desafortunadamente les toque sufrir.
-Pero dónde nacemos o nos desarrollemos no nos hace diferentes, porque todos somos personas que necesitamos de apoyo, amistad y respeto.
-Fomentemos la igualdad, en todo el género humano, que no se sufra más y que no sea incierto el futuro de algunos niños en este mundo.
-El valor que tiene el amor, es muy importante, y es dónde debemos velar por la felicidad de los otros. El amor incluye todo, el respeto, el cuidado, la atención, el compartir y la lealtad.
-La tolerancia, es otro valor especial
-Con la tolerancia aprendemos a respetar y a convivir con personas diferentes por su creencias religiosas, por su lugar de nacimiento o por sus gustos o cultura.
-La verdad nos hace libres. Sí decimos mentiras, en nuestro interior tendremos siempre una voz que nos hará sentir mal y también al contar esa mentira siempre la contaremos diferente. Así que debemos tener presente que decir siempre la verdad es lo más importante para vivir con tranquilidad.
-Cada ser humano, cada uno de ustedes debe respetar lo que no es suyo y ayudar a cuidar también lo de sus compañeros.
-También les quiero enseñar lo que es la cortesía. Es un valor importante para todos en la vida, pues permite demostrar el respeto y la educación que se ha recibido actuando con amabilidad y atención hacia las otras personas.
-Ahora niños, deseo preguntarles, y que me respondan con la verdad:
-Luis, Carlos, Eduardo, Miguel – ¿Tienen algo que decir referente a su comportamiento hacia Antonio y Laura?
Ellos se colocaron de pie y se sintieron avergonzados, Luis tomo la palabra y dijo:
-Si profesora, nos comportamos muy mal con nuestros nuevos compañeros. Les pedimos que perdonen la forma en que los tratamos, eso nunca más lo volveremos a hacer.
-Muy bien, dijo la profesora – los felicito.
Ahora Antonio y Laura -¿cómo se sintieron cuando estaban siendo acosados y burlados por sus compañeros?
Antonio y Laura se sintieron motivados e inspirados
-Profesora – respondió Antonio -mi hermana y yo en esos momentos deseamos salir corriendo y nunca más volver a la escuela.
-Nuestros padres nunca nos hablaron de que en el mundo existen personas que no aceptan a otras por alguna razón o sin razón alguna.
-Le agradecemos mucho por lo que hoy enseñó en la clase.
-Volveremos diariamente a la escuela porque nos interesa aprender y crecer con todos los conocimientos que adquirimos en la escuela.
La profesora con una tranquilidad y alegría exorbitante les dijo -La verdadera felicidad viene de dentro, de ser una buena persona, de hacer el bien a los demás. Eso es lo que debemos recordar siempre y en todo lugar.
-Muchas gracias, profesora, y muchas gracias a todos nuestros compañeros.
Así, con tranquilidad, confianza, seguridad y gratitud , Antonio y Laura finalizadas las clases marcharon muy contentos hacia su hogar con la certeza de que volverán diariamente a su escuela para lograr sus sueños, de ser arquitecto y veterinaria un día no muy lejano.
AUTORA: AMPARO ÁLVAREZ, TOTY (COLOMBIA)
© DERECHOS RESERVADOS AUTOR (A)
Amparo Álvarez – Toty, colombiana, nacida en Río de Oro departamento del Cesar. Hija de Roberto Álvarez y Victoria Barbosa. Egresada de la Universidad Francisco de Paula Santander, seccional Ocaña. Licenciada en educación Básica con énfasis en Humanidades y lengua castellana. Casada a la edad de 18 años. Tengo escritos cuentos, poemas y relatos, la mayoría basados en anécdotas vividas.