i primera mirada
Mi primera sonrisa
fue para ti.
Para tí, que también me miraste
me acurrucaste en tus brazos
y, dicen que contenta
sonreiste.
Las primeras cuatro letras
de un intenso y bello balbuceo
fueron para ti.
Entonces, dije: Mamá.
Mi amor intenso
Mi amor gritado
Mi amor sentido
Todo sentimiento
en todo momento
en el día y la noche
han sido, son para ti.
Cómplice fuimos
de sentimientos que brotan
claros, puros, como agua de Manantial.
También, intensos, como lluvia del cielo.
Sentimientos que no se Forza
de suave fragancia
como la de las flores.
Libres como los pajarillos
que porque lo aman
vuelven a su nido.
No he tenido novia
más hermosa que tú
a quien haya amado más que a ti
quien me haya amado, más que tú.
Me miraba en tus ojos verdes
y te sentía mía, sólo mía.
Te soñaba, te pensaba
pero, no como a otras mujeres
sino, como a la más grande,
buena y bella mujer.
Hoy qué me queda de ti?
Me queda todo.
Me quedará por siempre todo.
Porque para mí, eres todo.
Como duele, como duele !
Amarte y no tenerte
Desear darte un beso
recibir uno tuyo.
Sentir tu abrazo,
abrazo diferente.
Como duele, como duele !
porque;
fuiste,
eres,
y serás
Mi Amor Eterno.
Como duele, como duele !
los días
las noches
los meses
sin tí.
Decir – Mami –
y que no respondas.
Se parte el corazón
se quiebra el alma.
Como duele, como duele !
Mucho, mucho: Madre mía !
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Alfredo Aguiar Cuéllar; Cienfuegos (Cuba), Médico, Escritor y Poeta – ¡El Poeta Triste y Enamorado!