(Un haiku encadenado, un microcuento y un cuento)
LAS MUÑECAS RUBIAS
I
En la vitrina,
las muñecas miraban
mi rostro mozo.
Yo las fisgaba,
ojos ruborizados,
ardor fogoso.
Casa discreta,
amé el sexo de las
muñecas rubias.
II
En la vitrina, las muñecas miraban mi rostro mozo. Yo las fisgaba, ojos ruborizados, ardor fogoso. Casa discreta, amé el sexo de las muñecas rubias.
III
las sombras se deslizaban lentas por la calle enlosada, y envolvían una antigua tienda de juguetes donde asomaba una vitrina polvorienta. Las muñecas, testigas silenciosas del tiempo que pasaba, observaban con ojos inertes a aquellos que se asomaban a su mundo encantado.
Unos ojos curiosos, adolescentes, encontró un atractivo peculiar en esa vitrina cenicienta. Ellos se encontraron con los de las muñecas, sus rostros congelados parecían susurrar historias olvidadas. Cada una de ellas tenía su propio encanto y misterio, y se sintió atraído hacia ellas de una manera que no podía explicar.
Un día, decidió entrar en la tienda y llevar a casa una de esas muñecas que lo había cautivado. Al hacerlo, la frontera entre la realidad y la fantasía parecía desdibujarse. La muñeca con su cabello dorado y sus ojos de cristal, cobró vida en sus brazos de una manera asombrosa. A partir de ese momento, su vida tomó un giro inesperado.
Juntos, exploramos un mundo de fantasía y encanto. Las noches se volvieron mágicas mientras compartían secretos susurrados y risas silenciosas. Sin embargo, la línea entre lo real y lo imaginario se volvía cada vez más tenue, y pronto me encontró cuestionando su propia cordura.
Las personas comenzaron a murmurar sobre el hombre que había perdido su corazón en una muñeca de porcelana. Su obsesión por lo irreal comenzó a afectar su vida cotidiana, y la delgada línea entre el amor y la obsesión se volvía cada vez más borrosa.
En búsqueda de un escape, se encontró cara a cara con la verdad. Las muñecas no eran más que objetos inanimados, y ellas era solo un reflejo de sus años chicos. Todo había sido una secuencia onírica. Fue entonces cuando entendió que la magia (al fin y al cabo, es un estímulo) estaba en vivir la realidad.
Y una noche de bohemia, salpicado por la luna llena, se deslizó por una calle, y detuvo sus pasos en una casa antigua, discreta, tocó con suavidad la puerta, le abrió una chica bella, dorada, y en su interior, se embriagó en el placer, hasta que salió el sol, con muchas muñecas rubias.
AUTOR: JESÚS ANTONIO GUTIÉRREZ RODRÍGUEZ (COLOMBIA)
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Jesús Antonio Gutiérrez Rodríguez, nació en el municipio de Caicedonia, Valle del Cauca. Es licenciado en literatura en UNIVALLE.
Tiene escrito cuatro libros: -Distancia (novela inédita). Muchachadas (libro de cuentos). Cuadritos (libro cuentos). Cuesta Arriba (novela corta inédita).
Diversos relatos han sido publicados en revistas literarias en Bolivia (Rincón Poético, videos YouTube, Red de Escritores y Escénicas, Potosí)), Perú (Caipell), Chile (Lugares Imaginarios, libro E-book), México (En Sentido Figurado), España (Dicotomía poética de poesía Haikus, Comunidad Tus Relatos y Letras Como Espada) y Colombia (E-book, ITA Editorial, Historia de Amores y Olvidos), revista Arriería), y libro en papel Antologías Narrativas en papel (editorial Trinando).
Correo: jarguti@outlook.es