POLÍTICA Y RELIGIÓN
Por: Hernán Alfredo Arroyave Villegas
Correo electrónico: hanarcosapiens@gmail.com
MAB – Museo a Cielo Abierto (Bogotá – Colombia)
Titulo – Revolución De Las Flores
A.K.A: AMOR
Lugar: Calle 26 – Centro
Técnica: Aerosol – Ilustración
La religión y la política son hermanas gemelas, a ambas las parió la humanidad, y aunque en esencia parezcan antagónicas e irreconciliables, realmente se complementan y hasta se necesitan mutuamente para ejercer de manera eficaz el papel para el cual fueron creadas, poder y control.
Desde los albores de la humanidad cuando se formaron las primeras sociedades, inevitablemente fueron puestas como mecanismo, si así se puede decir, de organización impositiva.
Lo paradójico es que aunque parezcan tan discordes, reitero, se legitiman mutuamente.
Toda forma de gobierno ha buscado siempre asociarse con el poder religioso para sembrar en la psiquis de la gente un componente místico y sacralizado. La idea es buscar una sustentación moral que vaya mucho más allá de lo puramente objetivo, dejar sin efecto cualquier cuestionamiento que se pueda tener, aparte del miedo a ser castigado y obligado a obedecer. Esto logra que el individuo acepte esa imposición con una concepción más espiritual que pragmática creyendo que al someterse está agradando a Dios, puesto que si no lo hace será castigado en la tierra y también en el más allá (mirar en la Biblia Romanos 13 Versiculo1 – 6) que dice que toda autoridad es impuesta por Dios y debemos de obedecerle. Política y religión van en el pensamiento de la gente, de subjetivo a objetivo y viceversa. Eso es lo que las hace tan efectivas en el ejercicio del poder. Ahora, solo hay un detalle que las diferencia, y, es que la política puede ser dual, mientras que la religión no. No admite otro credo, ni a otro dios, pero la política si es dual, y en nuestro sistema actual podríamos hablar de izquierda y de derecha. Tontamente nos han hecho caer en ese punto o el otro del espectro, y todo ser humano políticamente pensante se sitúa en uno de los dos bandos pensando cada uno que su posición es la correcta. El poder juega con esa disyuntiva y es precisamente esa división irreconciliables, la causa principal que obstaculiza el crecimiento y el bienestar social.
Los dos polos de la política son realmente las dos caras de una misma moneda, y lejos de ser antagónicas deberían ser complementarias. Tenemos una derecha que idealiza un orden tradicional. La persona de derecha es rígida cuadriculada y apegada a su zona de confort.
Por otro lado, las personas de izquierda, díscolas e inquietas intelectualmente, irreverentes y rebeldes. Pero estás dos posiciones extremas deberían buscar la forma de trabajar juntas, puesto que en el completo orden y rigidez, no hay nuevas ideas inquietudes ni crecimiento.
Mientras que solo haya rebeldía e irreverencia, hay muchas ideas y oportunidades de crecimiento, pero sin el necesario orden para que fluyan en el tráfico social solo causarían controversia, rechazo y caos.
Por eso el orden y el caos deben coexistir en armonía. ¿Cómo?. He aquí el meollo del asunto.
Podríamos empezar con conceptos como empatía , tolerancia, espacios para el desarrollo; pero también orden justicia y pragmatismo.
Cada extremo debería aportar lo mejor de su propia esencia; para el bien, el provecho y el desarrollo del ser humano en toda su complejidad.
AUTOR: HERNÁN ALFREDO ARROYAVE (COLOMBIA)
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Hernán Alfredo Arroyave – Colombia – Escritor