Sentado en el Parque,
escribo una historia de amor.
Ya vez, nuestra historia.
Nos conocimos un día
ya no recuerdo de que mes, de que año
pero, si recuerdo, que fue en aquel Parque.
Estabas sentada en un banco.
Caía la tarde, el Sol se ponía en el horizonte.
Era una tarde de Otoño, las hojas en el piso,
hojas amarillas, media carmelita, como en Otoño.
Tú vestias de azul, un azul color cielo,
tu pelo caía sobre los hombros, los sobrepasaba
a media espalda, ondulado, negro.
Y tus ojos azules combinaban con el cielo,
con tu vestido.
Todo el que pasaba te miraba, y llegué yo
te pedí permiso, junto a tí me senté.
Oh fragancia!!.
Fragancia de tu piel, de tu blanca y hermosa piel,
que a mi nariz llegaba, para dejarme extaceado.
Te llené de elogios.
Te colme de palabras. De aquellas que gustan
que hacen palpitar el corazón, que sacan la
sensualidad de una Mujer.
Atrevido, osado fuí !!
Y, si no hubiera sido así?
Por eso, como un Don Juan fuí a la Conquista
de una bella dama, solitaria, en un banco del
Parque, en una tarde de Otoño.
Y, no me fuí de allí, hasta que no escuché tu ; Sí.
El que hacía tanto tiempo esperaba,
porque tú no sabías que yo,
de antaño te amaba.
Y, aquella tarde de Otoño,
en el que los pájaros emigraban,
las gaviotas volaban,
yo, desde antes, desde hace mucho, te deseaba.
Por eso, como sabía que el Parque en
las tardes visitabas.
Fuí tras de tí, como buen gallardo
a conquistarte.
Y después de aquellas dos palabras
que encerraban todo,
tomé con suavidad tu cara
y dí el beso que tanto añoraba.
Para, que comenzará, nuestra historia de amor.
La historia de los enamorados, en el Parque.
AUTOR: ALFREDO AGUIAR CUELLAR (CUBA)
13-01-24
¡El Poeta Triste y Enamorado!
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Alfredo Aguiar Cuéllar; Cienfuegos (Cuba), Médico, Escritor y Poeta – ¡El Poeta Triste y Enamorado!