Polifonía de los versos que se sienten al leerlos:
Entrevista al poeta, fotógrafo y editor
Basilio Rodríguez Cañada
Por: Javier Barrera Lugo

FOTOGRAFÍA: Basilio Rodriguez Cañada (Grupo Editorial Sial Pigmalión)
Basilio Rodríguez Cañada (Navalvillar de Pela, provincia de Badajoz, España, 1961) es un creativo resuelto a hacerse escuchar y a que sean visibilizados poetas y autores de orillas del mundo tan disímiles como España, el norte de África o el sur de América, por citar algunos ejemplos. Por eso, además de ejercer su oficio como bardo, se ha atrevido a lidiar “un toro complicado”, pero apasionante hasta la médula: dirigir una editorial cuya oferta de valor es la polifonía de los versos que se sienten al leerlos.
Desde 1997, a través del Grupo Editorial Sial Pigmalión, permite hacer asequibles ideas y palabras garabateadas por escritores jóvenes, no tan jóvenes, niños, mujeres, doctos, eruditos y legos, sibaritas, simples (como califica Umberto Eco en su novela “El nombre de la rosa”, a los menos ilustrados), humanos al final del cuento; que expresan las claves de sus mundos a través de códigos hechos de letras, vocales, consonantes, alifatos, caracteres, akaukus, diversos troncos sintácticos y fonéticos con los cuales las realidades se convierten en vasos comunicantes en la mente de un receptor ávido de vivir cientos de vidas ajenas sin moverse de su ubicación.
Además de su labor como poeta, también comete el arte mayor de la fotografía y preside el PEN Club Español, organización de escritores de esta nacionalidad, fundada en 1922 por Ramón Gómez de la Serna y José Martínez Ruiz, el famosísimo “Azorín”.
Los miembros del equipo editorial de Escritores Rebeldes, lo conocimos durante un recorrido dominical por el pabellón de España en la #FILBo2024. En el stand de su editorial, realizaba labores propias encaminadas a la promoción de varios títulos.
A continuación, presentamos una entrevista que le hicimos llegar y, gentilmente nos contestó, aprovechando un parche en sus días de asueto estival.
Si quieren conocer acerca de los títulos del Grupo Editorial Sial Pigmalión, los invitamos a acceder al link: Editorial Sial
A Basilio, toda nuestra gratitud. Esperamos que los miembros de la comunidad Escritores Rebeldes, disfruten sus conceptos.
(Escritores Rebeldes) ¿Existe ese “gran maestro del universo”, ese impulso vital iniciático en su obra? ¿Es perceptible? ¿Tiene un principio creador su poesía o se da de manera espontánea?
(Basilio Rodríguez Cañada): Su pregunta es tan amplia y compleja que necesitaría articular una academicista respuesta filosófica y metafísica, pero voy a responderla de manera sincrética y abreviada.
Si hablamos de un Gran Arquitecto del Universo, nos estamos refiriendo a una energía creadora esencial que tiene naturaleza divina. Pero ahí entraríamos en el terreno de la fe. Y aunque ciertamente las creencias religiosas pueden operar en la gestación y en el mensaje de la obra literaria, creo que el impulso creador y la necesidad de comunicarse a través de la escritura es de naturaleza sencillamente humana e instintiva.
En consecuencia, la poesía, la literatura y el arte en general, surgen de una necesidad del hombre de comunicarse creativamente con sus demás congéneres o, en su caso, con Dios. Pero es una manifestación personal, como individuo, y social, como miembro de una determinada sociedad. Que el principio creador esté inspirado o alentado por un impulso o hálito vital divino es algo que compete interpretar desde las propias creencias de cada autor y de cada lector.
La poesía comunica sentimientos, emociones y vivencias, alimentándose de la experiencia vital y vivencial del autor, en los que pueden verse reflejados sus lectores o, por el contrario, disentir de los mismos por no sentirse identificados con ellos.
La escritura poética, y por extensión cualquier obra creativa, es un acto comunicativo que precisa, al menos, de un destinatario natural: el receptor o lector de dicha obra.
(E.R.) ¿Cuáles son las temáticas principales de su proyecto poético?
(B.R.C.) Los grandes temas de mi obra son fundamentalmente tres: el amor y el desamor, el viaje, exterior y geográfico o interior e introspectivo, y la muerte, la única certeza con la nacemos, la finitud de nuestra aventura vital.
A su vez, de cada uno de estos ejes temáticos surgen otra serie de subtemas que focalizan diferentes parcelas específicas de la vida cotidiana o de mi inquietud intelectual: la amistad, la sensualidad, la belleza, el sufrimiento, las pasiones humanas, la crítica social y la autocrítica, la exaltación de la naturaleza, la mitología, la mística, etc.
(E.R.) ¿Qué le ha brindado y que le ha negado la poesía?
(B.R.C.) La poesía me ha brindado la posibilidad de generar mundos paralelos al que nos ha tocado en suerte vivir o sufrir. Otra de las posibilidades que me ofrece la poesía es la de comunicarme con los lectores, con cada uno de ellos, para transmitirles experiencias creativas, literarias o personales y que las hagan suyas.
Algo fundamental que me ha ofrecido mi obra poética es recibir el feedback de quienes me justifican como creador al leer e interpretar mis textos. Sus respuestas, reacciones, impresiones y comentarios son un acicate para seguir escribiendo, para seguir creando.
También me ha aportado cierto prestigio y notoriedad, que no hay que menospreciar en absoluto.
Y, sobre todo, me ha posibilitado proyectar a los lectores mi punto de vista sobre temas muy diversos y compartir con ellos mi particular taxonomía de valores.
En suma, la poesía me ha dado mucho más de lo que pueda haberme negado.
(E.R.) ¿Cuál es el poder real de las letras?
(B.R.C.) Ningún libro ha podido parar una guerra, ningún poeta ha logrado cambiar la naturaleza humana y despojarla de maldad o vileza. Pero las obras escritas perduran y nos hablan de lo que aconteció en la sociedad de su tiempo y en la vida de quienes las gestaron. También nos posibilitan reflexionar sobre sus contenidos y tomar conciencia de nuestros potenciales y de nuestras limitaciones.
En definitiva, a través de la lectura amueblamos nuestra mente, nos instruimos y aprendemos, nos hacemos más sabios e inteligentes y, sobre todo, nos armamos, intelectual y literariamente, para ser más libres.
Además, la poesía, en concreto, y la literatura, en general, conforman posiblemente la última trinchera desde la que los escritores y poetas podemos combatir las injusticias, la intransigencia y la iniquidad.
(E.R.) ¿Quiénes son sus referentes literarios?
(B.R.C.) Muchos y variados, pues un autor debe ser, ante todo, un infatigable y curioso lector. Si entre mis autores de referencia tuviese que destacar unos cuentos, preferiría que los entresacasen los lectores de este extracto de mi Poética:
La adolescencia me obsequió con la poesía. Lecturas obligadas me hicieron descubrir a Bécquer, Rubén Darío, Antonio Machado, Juan Ramón, Lorca, Miguel Hernández y tantos otros. Estos autores me surtían de nueva materia existencial, de renovados sueños.
El primer poemario que adquirí por gusto en la Cuesta de Moyano llevaba por título Poemas de la consumación. Aún lo conservo, desencuadernado y con las hojas oscurecidas por el tiempo, pero con el mismo poder de seducción que antaño:
“La memoria de un hombre está en sus besos. / Pero nunca es verdad memoria extinta. / Contar la vida por los besos dados / no es alegre. Pero más triste es darlos sin memoria. / Por lo que un hombre hizo cuenta el tiempo. / Hacer es vivir más, o haber vivido, / o ir a vivir. Quien muere vive, y dura”.
Tras Vicente Aleixandre aparecieron los hermanos Machado, a don Antonio le conocí bien, aunque reconocí mejor a don Manuel:
“En medio del vaho / de flores y aroma / de tu carne suave, / duermen en el cuarto / todos los colores… / Sólo vela el rojo / carmín de tus labios”.
Reiteradas lecturas de estos autores me ayudaron a emborronar algunas libretas con poemas ripiosos y mal hilvanados, con los que descargaba mis desvaríos e intentaba transmitir a una niña con trenzas mis alocados sentimientos, la más ferviente pasión.
Años más tarde descubrí a Luis Cernuda y, desde entonces, permanece conmigo:
“Adolescente fui en días idénticos a nubes, / Cosa grácil, visible por penumbra y reflejo, / Y extraño es, si ese recuerdo busco, / Que tanto, tanta duela sobre el cuerpo de hoy”.
Posteriormente vinieron Claudio Rodríguez, vistiendo su blanca camisa de domingo recién planchada, Ángel González, con el olor a tierra mojada inundando sus versos, Baudelaire, adornado con espinosas flores, Rimbaud, pletórico de genio creativo y de orgullo, Pedro Salinas:
“¿Cómo me vas a explicar, / di, la dicha de esta tarde, / si no sabemos por qué / fue, ni cómo, ni de qué / ha sido, / si es pura dicha de nada?”
Benedetti me ayudó a descubrir el sexo sin pudores y me mostró la ofensiva intransigencia de los otros:
“Una mujer desnuda y en lo oscuro / tiene una claridad que nos alumbra / de modo que si ocurre un desconsuelo / un apagón o una noche sin luna / es conveniente y hasta imprescindible / tener a mano una mujer desnuda”.
También estuvieron presentes Hierro, Celaya, Blas de Otero, César Vallejo, Jaime Gil de Biedma, Caballero Bonald y Bousoño, entre otros.
Todos ellos me influyeron notablemente. Bebí sus versos, sin saciarme nunca del todo. A ellos continúo recurriendo, porque su poesía es manantial de vida. He destilado su obra para obtener un néctar puro y vitalizador, del que se nutre mi poesía actual. Aderezo bebida tan embriagadora con los tiernos brotes de tomillo y de romero que crecen entre los arbustos de la poesía más joven. Con ellos continúo creciendo.
(E.R.) ¿Tres autores que todo ser humano debe leer?
(B.R.C.) Cervantes, Lorca y Borges.

FOTOGRAFIA: Caratula «le voyage pluriel» de Narcisse Fomekong Djeugou (Portal Amazom.com)
(E.R.) En un mundo liderado por la imagen, la poca imaginación y la oralidad desbordada, obvia y masiva, ¿tiene fecha de caducidad la palabra escrita?
(B.R.C.) En numerosas ocasiones he recordado que la palabra escrita (los libros) permanece y nos sobrevive, convirtiéndose en notaria de un mundo y de un tiempo concretos, ayudándonos a entender el acontecer de la historia.
Además, el proceso de la escritura requiere análisis, reflexión y proyección de nuestro punto de vista sobre lo sentido e interiorizado, mediante experiencias vitales muy diversas.
Por tanto, la palabra escrita es ley, porque supone un compromiso del escritor con sus lectores, y supera con creces lo dicho o incluso lo visto de manera fugaz e insustancial.
(E.R.) Cambiando de frente, ¿Qué significado tiene la fotografía en su vida?
(B.R.C.) Debo ser cauteloso al responder esta pregunta sin negarme con lo dicho en la respuesta anterior, porque como amante de la fotografía podría caer fácilmente en la contradicción.
Verá, la fotografía logra atrapar un instante, un momento y una acción únicos e irrepetibles. Si el fotógrafo tiene la habilidad y la suerte de captar ese fugaz instante de manera original y artística, habrá generado una obra que sintetiza sentimientos, emociones y una cantidad de tiempo inabarcable de otra manera. Pero una fotografía solo representa ese momento atrapado por el visor de la cámara, no crea dicha acción ni ordena las imágenes que aparecen conjuntadas por ese segundo que detenemos para siempre cuando lo fijamos con el objetivo y lo encapsulamos al pulsar el disparador de la cámara. A partir de ese clic ejercemos nuestra patria potestad sobre dicha imagen, pero jamás será nuestra, porque no la hemos creado, simplemente hemos tenido la intuición o la fortuna de haberla encontrado y “robado” a su contexto, historia y protagonistas.
(E.R.) Descríbanos la fotografía que considera, define su espíritu. Esa imagen que le arrebató al tiempo y logró dejar congelada en un formato digital, un negativo o un papel.
(B.R.C.) Más que una fotografía, lo que define mi espíritu es el proceso de captación de la misma: los preparativos, la limpieza de la cámara, la elección del objetivo adecuado, la búsqueda del objeto a “fijar”, el encuentro con la visión original que deseamos “atesorar”, el enfoque rápido y preciso, la intuición creativa, pulsar el disparador, la constatación de si la imagen captada era la imaginada… Y, si finalmente ha sido convenientemente registrada y guardada, la satisfacción como creador cada vez que vuelvo a contemplar la fotografía.
(E.R.) África es la madre de la humanidad, América, el lugar de la magia cruel. Su carrera como editor se ha desarrollado en gran porcentaje en esos dos sitios de la galaxia. ¿Cuál es el significado de estos lugares en su desarrollo como empresario y creador?
(B.R.C.) En efecto, mi desarrollo profesional me condujo al continente africano, donde desde entonces he retornado a menudo, y la literatura y la historia me hicieron desear desembarcar en América, tierra que desde mi primer viaje siento como propia.
Posteriormente, logré unir ambos continentes como vocación en nuestro proyecto editorial. Y siento una gran satisfacción de saberme uno de los editores con una nómina más amplia, diversa y excelsa de autores africanos y americanos.
Asimismo, quiero compartirle que tanto en África como en América he descubierto lugares donde me gusta refugiarme para reflexionar, crear o vivir. Comprenda que no les diga a qué lugares me refiero, por si algún día me decanto por uno de ellos para desaparecer del mundanal ruido.

FOTOGRAFÍA: Basilio Rodríguez – Javier Barrera (Editor Escritores Rebeldes) + Feria Del Libro Bogotá 2024
(E.R.) Como poeta y editor de oficio, ¿qué consejo le da a nuestros lectores y miembros de la comunidad Escritores Rebeldes? ¿Cómo pueden autogestionar y hacer relevante su obra en un mercado pequeño y con actores en eterno movimiento?
(B.R.C.) Creo que el nombre de su revista está muy bien elegido, ya que para ser un escritor o editor de raza es preciso tener un espíritu indómito, díscolo, inconformista y revolucionario. El panorama editorial es complicado, pero los logros fáciles no nos satisfacen especialmente.
Lo fundamental es tener luchar por lo que queremos, tener constancia y confianza en lo que hacemos. Lo demás, vendrá de maneral natural. Y si no llegamos a alcanzar nuestros altos fines, siempre habremos disfrutado al intentar lograrlos.
(E.R.) Usted preside el famoso PEN Club Español, honor que en su momento tuvieron destacados escritores como Azorín, Gómez de la Serna, el grande Ortega y Gasset y Vargas Llosa, por mencionar algunos. ¿Qué siente al liderar esta cofradía plagada de talentos? ¿Qué retos le ha impuesto la posición?
(B.R.C.) Los escritores somos muy poco gremialistas y tendemos más al individualismo que a las cofradías de cualquier tipo. Pero permítame que recurra a uno de esos autores a los que usted alude, Gómez de la Serna, quien fundó el PEN Club Español junto a Azorín, para responderle:
“Toda la historia literaria de España está llena de esas desavenencias entre los escritores y Fígaro, que es nuestro modelo más vivo, estuvo en riña y pelamesa con muchos literatos de su tiempo, sobre todo con Bretón. No hay arreglo. El escritor castellano necesita toda su furia independiente para acertar en su monólogo, para lograr la palabra justa, para encontrar la inteligencia de sus temas.
Prefiere la obra, el soliloquio estilista, la proclamación del ex abrupto, la videncia delirante a la cortesía debilitadora y al pacto totalitario que reputa claudicación.
Por eso será difícil que el P.E.N. Club sea una verdad constante en el ambiente central de la literatura castellana, pues el literato sin menoscabos lleva tan ávida locura en sus ojos que no se puede complicar en cumplimientos, intrigas y cambio de impresiones inútiles”.
(E.R.) Basilio, agradecemos su generosidad con la comunidad Escritores Rebeldes. Le pido por favor, nos deje un mensaje.
(B.R.C.) Muchas gracias por acogerme y permitirme expresar lo que siento sin cortapisas.
Como colofón de estas reflexiones compartidas, les dejo una de mis frases y principios preferidos, que han marcado buena parte de mis decisiones y acciones: “Si crees en algo de veras, se puede convertir en realidad”.
Hasta siempre.
Basilio Rodríguez Cañada
Caviedes (Santander), 23 de julio de 2024

Javier Barrera Lugo, nació en Bogotá (Colombia). Editor General de Escritores Rebeldes. Siempre buscando el final de la línea del horizonte que forma la mar océana. Escribidor de oficio y corazón, admirador de los cronistas de indias que describieron a través de letras la fantasmagoría de un continente, que hasta hoy, es un complejo enigma. Editor del blog Idiota Inútil, autor de cuentos, poesía, ensayo que defiende la autenticidad y el silencio.